Carta de un amoral

Esta carta fue publicada por el Diario El País (30/setiembre/1959) en el  contexto del Caso 108 y un quemado. Según los titulares periodísticos, 108 eran el número de homosexuales apresados (que fueron perseguidos, torturados y reprimidos por la policía del régimen dictatorial Stronista) luego de la muerte del locutor Bernardo Aranda, quien era «el quemado». 

La carta es una de las primeras expresiones públicas encontradas, desde la disidencia sexual ante la doble moral social, en el contexto de la dictadura en Paraguay (1954-1989). Esta carta ha sido rescatada del olvido, por diversas organizaciones LGBTI paraguayas, que tomaron la fecha de su publicación para declararla como «Día de los derechos LGBTI». La memoria de la acción de una persona anónima que se atrevió a escribir una defensa del derecho a sentir, a decidir sobre su cuerpo y su sexualidad, en aquel contexto de persecución a quienes pensaban, sentían, amaban y eran diferentes a lo impuesto por la dictadura. 

Las organizaciones LGBTI también decidieron realizar, todos los años, la Marcha por los derechos LGBTI, alrededor de esta fecha, para unir las luchas de hoy desde la disidencia sexual, a esta acción anónima.

“Nosotros seguimos una vocación que es tan antigua como la propia humanidad, y en este siglo de consagración de todos los derechos humanos, nadie puede negarnos el derecho de hacer de nosotros mismos, de nuestro continente físico, lo que queremos, sin incomodar a los otros que no quieran hacer lo mismo que nosotros. Los moralistas del país están errados porque en esta materia no existe moral colectiva sino moral individual y nosotros somos individualistas por principio filosófico. Si ustedes persisten en el error perderán el tiempo y nosotros no perderemos nada”, Anónimo Diario El País, p.2, el miércoles 30 de septiembre de 1959, Asunción, Paraguay

Carta amoral cortada